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¡La OMS prohíbe tomar café a los“ticos” y obliga a tomar agua!

Este es un escenario hipotético aterrador, la Organización Mundial de la Salud (OMS) podría introducir un tratado global que exige el reemplazo del café por agua en aras de la salud. Imaginemos que, como parte de esta imposición, los estados soberanos se ven obligados a aceptar estas regulaciones. Los ciudadanos se ven forzados a portar un carnet “libre de café” como requisito para conseguir empleo o mantener el que ya tienen. Incluso se les exige para permanecer en lugares públicos. Además, se han promulgado nuevas leyes que prohíben la producción y comercialización del grano, un pilar central en la cultura de naciones como Costa Rica.

En este oscuro panorama, vemos cómo una nación soberana ha sacrificado su libertad y su identidad cultural en aras de un tratado internacional. Costa Rica, conocida cariñosamente como “la tierra del café”, ha construido su identidad y cultura en torno a esta bebida. Para los ticos, el café no es solo una bebida; es parte de su esencia, una tradición arraigada que une a las comunidades y define su singularidad. La firma de tratados internacionales puede transformar la vida de los ciudadanos y erosionar su libertad, al mismo tiempo que desafía sus raíces culturales.

Este escenario hipotético es un recordatorio impactante de la importancia de equilibrar la cooperación internacional con la protección de los derechos, la soberanía y las identidades culturales. Es vital que los tratados internacionales respeten la diversidad y singularidad de cada nación, en lugar de imponer normas que socaven su esencia. La soberanía importa, y debemos ser conscientes de las implicaciones de ceder nuestra autonomía en un mundo globalizado. La historia ficticia que hemos explorado hoy nos muestra cómo un simple acto puede llevar a la pérdida de la identidad y la libertad, lo que nos hace reflexionar sobre la importancia de las decisiones a nivel internacional. 🌐🤯

Exijamos al gobierno de Costa Rica no firmar ningún tratado donde se seden las libertades individuales. 

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Chaves y el fin de la soberanía de Costa Rica

Costa Rica es un país que se enorgullece de su independencia y soberanía. A lo largo de nuestra historia, hemos defendido con valentía estas libertades que son fundamentales para nuestra identidad como costarricenses.

En estos tiempos, nos enfrentamos a una decisión trascendental: la firma de un tratado con la Organización Mundial de la Salud (OMS). Mientras la cooperación internacional es importante, debemos sopesar cuidadosamente los posibles impactos en nuestra soberanía.

El presidente Rodrigo Chaves tiene en sus manos el destino de toda una nación y sus futuras generaciones: ¿Está Chaves dispuesto a perder nuestras libertades como costarricenses? Esta pregunta no se trata de partidos políticos ni de divisiones, sino de proteger lo que más valoramos: nuestra independencia y la capacidad de tomar decisiones que beneficien a nuestro país.

Este debate no es solo sobre la OMS, es sobre el futuro de Costa Rica. La firma de un tratado internacional puede tener ramificaciones significativas en nuestra capacidad para tomar decisiones autónomas, especialmente en asuntos de salud. No debemos sacrificar nuestra soberanía en el proceso.

Es hora de que todos los costarricenses se unan en un diálogo abierto y respetuoso sobre este tema crítico. Debemos examinar los pros y contras de la firma de este tratado y entender cómo podría afectar a nuestra nación.

Invitamos a todos a compartir sus opiniones y preocupaciones de manera respetuosa. Juntos, podemos explorar las opciones disponibles y tomar decisiones informadas sobre cómo proteger nuestra independencia y libertades.

Costa Rica se ha destacado en la región por su compromiso con la democracia y los derechos humanos. Sigamos trabajando juntos para preservar la soberanía que tanto valoramos y asegurarnos de que las decisiones que tomemos reflejen verdaderamente los intereses de nuestro amado país.

¡Unámonos para proteger Costa Rica y nuestras libertades! 🇨🇷💙 #CostaRicaLibre #SoberaníaCostarricense #DiálogoConstructivo

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Soberanía de Costa Rica en riesgo

Resumen en español de este importante video

Dr. John Campbell con el abogado internacional suizo Philippe Kruse

Las nuevas regulaciones sanitarias internacionales traerán un régimen por el cual se otorgará a la Organización Mundial de la Salud el poder de suspender en cualquier momento nuestras constituciones, suspender nuestros derechos humanos, suspender el derecho internacional y con efecto permanente. La OMS asumirá y abusará del poder a escala mundial, causando en última instancia el máximo daño a la salud de las personas, el máximo daño a nuestras economías y el máximo daño a nuestras democracias.

Las nuevas enmiendas a las normas sanitarias internacionales que se votarán el próximo mes de mayo en Ginebra en la Asamblea Mundial de la Salud entrarán en vigor automáticamente. No habrá votación en las asambleas legislativas nacionales. Por lo tanto, deberíamos preocuparnos y velar por que no se aprueben estas modificaciones de las normas sanitarias internacionales.

Este es realmente un proceso sigiloso por parte de la OMS para hacerse cargo de muchos aspectos de lo que debería ser la gobernanza interna de cada país.

La OMS reivindica este poder total con el pretexto de protegernos contra las amenazsa biológicas, y lo que hace es utilizar y abusar de este pretexto para auto autorizarse a imponernos en última instancia todo tipo de medidas donde nadie sabe qué efectos nocivos pueden tener, evidentemente sin preguntarnos, y sin consentimiento informado alguno, como exige el derecho internacional, ley que fue instituida después de la Segunda Guerra Mundial debido a horribles experimentos médicos con seres humanos vivos que fueron prisioneros de ciertos regímenes.

El Reglamento Sanitario Internacional de 2005 concedió a la OMS poderes muy débiles. Los poderes dictatoriales que se cederán mediante las enmiendas de 2024 son demasiado terribles para contemplarlos. Su objetivo es otorgar a la OMS mucho más poder y muchos más medios financieros, y fortalecer sus estructuras.

Los primeros instrumentos legales del reglamento sanitario internacional serán aprobados por la Asamblea Mundial de la Salud, y nada podremos hacer contra ellos a menos que nuestro gobierno envíe una nota de rechazo al director general de la Asamblea Mundial de la Salud. Esto está fuera del alcance de la gente. Esto está totalmente dentro de la discreción de nuestros gobiernos, por lo que no tenemos control democrático para el rechazo de estas enmiendas a la regulación sanitaria internacional.

En el punto número uno vemos que se pueden generar supuestas “amenazas” para facilitar una respuesta. Y habrá un nuevo concepto más amplio de lo que se llama Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional (PHEIC por sus letras en inglés). El concepto cada vez más amplio de PHEIC comprende cosas como el cambio climático, la reducción del nivel de CO2, todo tipo de cosas que puedan generar una proclamación de una nueva “pandemia”. Y así podremos tener el dominio total por la lógica de las emergencias, que amenaza con convertirse en la nueva normalidad, y que nuestra normal constitucional se convierta en el futuro en la excepción absoluta. Entonces, la OMS puede definir lo que quiera como una amenaza y luego imponer un poder draconiano a los estados nacionales individuales, exista una amenaza real o no.

1. La auto autorización por mera declaración de “PHEIC”

2. Las recomendaciones de la OMS ya son vinculantes

3. Una nueva normalidad: el control de la información, censura y manipulación

4. Sin controles ni contrapesos

5. No rendición de cuentas, inmunidad total, exención fiscal total

6. ¿Derechos fundamentales y dignidad humana?

En el punto número dos vemos evidencia clara en esta nueva redacción de que lo que eran meras recomendaciones no vinculantes serán en el futuro jurídicamente vinculantes. También hay un conjunto completamente nuevo en el régimen de supervisión de la implementación de cualquier nueva recomendación jurídicamente vinculante para el futuro. Entonces, si un estado miembro piensa,- “¡Oh, no vamos a cumplir!” entonces este gobierno será incluido en una lista de vigilancia y la Asamblea Mundial de la Salud decidirá qué sanciones deben aplicarse contra este gobierno.

Punto número tres, a la OMS se le debe conceder el privilegio global de ejercer un monopolio de la información, control de la información con derecho a la censura y por supuesto el derecho a manipular a las personas. Esto se convertirá en la nueva normalidad y, por supuesto, lo hemos visto ya en los últimos años. Ahora vemos lo difícil que es publicar en YouTube o en Facebook cualquier opinión o información científica divergente, o cualquier crítica a la OMS. Así que eso ya está en marcha. Eso lo hemos visto en el ejercicio del Evento 201 realizado en octubre de 2019. Hablan explícitamente en el capítulo número cuatro de lo que llaman una “infodemia”. Han dicho que la “información errónea” podría ser tan peligrosa como el propio virus, por lo que la OMS tiene que luchar contra una “infodemia” de “desinformación”. Si la opinión pública se manipula durante suficiente tiempo con una sola fuente de información disponible, entonces, no puede haber ciencia, ni un verdadero sistema judicial ni juicios justos, y entonces, en última instancia, no habrá democracia. La “verdad” será lo que la OMS diga que es, cuando la OMS diga que es, y nadie podrá estar en desacuerdo.

Esto es simplemente totalitarismo. Es una herramienta perfecta en manos de todo dictador y debemos oponernos a ella porque hemos estado luchando contra ella durante más de 250 años para tener la libertad de información y la libertad de expresión, protegidas desde la Revolución Francesa. Y ahora sólo quieren quitárnoslo con el pretexto de proteger la salud.

Punto número cuatro: no existe ningún sistema, ningún mecanismo que permita impugnar una decisión de la OMS, por lo que no hay controles y equilibrios, que es una parte muy normal de todo gobierno de toda democracia, de todo mecanismo de poder.

Punto número cinco: la OMS no asumirá ningún tipo de responsabilidad por lo que esté haciendo, por lo que no hay ningún incentivo para hacer las cosas mejor. No hay ningún incentivo para que la OMS evite daños, e incluso están protegidos por inmunidad total en Suiza, donde tienen su domicilio, e incluso disfrutan de exención fiscal total. Así que esto es en realidad una receta y un pase libre para que la OMS abuse de sus poderes.

Una vez establecido este sistema, será muy difícil detenerlo. No habrá ningún botón de parada para nosotros, la OMS puede perpetuar e incluso fortalecer su poder, y combinarlo con el poder de las Naciones Unidas, combinarlo con el poder del G7 y el Foro Económico Mundial, e introducir todo tipo de nuevas elementos para una llamada prevención pandémica o una anti pandémica, e incluso empoderar a aquellos individuos ricos que están financiando algunas de estas organizaciones.

La OMS se financia sólo entre un 16% y un 20% a través de pagos ordinarios de los estados miembros, por lo que el 80% de la financiación de la OMS en los últimos años han sido pagos extraordinarios de donantes no estatales como la Fundación Bill y Melinda Gates, junto con la GAVI Vaccine Alliance, que es una corporación con el propósito de vender y maximizar las ventas de vacunas. Hay un evidente interés empresarial en esto. Otra forma de verlo es que este 80% de los pagos extraordinarios se realizan bajo ciertas condiciones definidas por los donantes, por lo que es una financiación de la OMS impulsada por los donantes, lo que en última instancia convierte a la OMS en una agencia títere y de marketing para los productores farmacéuticos.

Estas nuevas regulaciones sanitarias internacionales de la OMS son tóxicas por diseño, ya que estas enmiendas a las regulaciones sanitarias internacionales permiten a la OMS suspender nuestras constituciones en cualquier momento, suspender los derechos humanos e incluso suspender el derecho internacional con un efecto permanente. Y pueden extenderlo para siempre, asumiendo y abusando del poder global y causando el máximo daño.

Esto se hace con todos los elementos del totalitarismo. Pueden hacerlo con propaganda, con miedo, impulsarlo con el poder ejecutivo y obviamente, sin nuestro consentimiento. Nunca tendremos una oportunidad de aprobar o rechazar estas regulaciones internacionales, la mayoría de las cuales tampoco tienen base legal en la constitución de la propia OMS. No hay base legal en la Constitución de la OMS para hacer recomendaciones legalmente vinculantes, y no hay base legal en la Constitución de la OMS para ejercer propaganda para manipular a las personas para que adopten conductas dañinas, ni para presumir su consentimiento, que obviamente no es un consentimiento informado sin la información correcta y la libertad de decidir.

No habrá remedio ni botón de parada, pueden continuar para siempre y es por eso que debemos detener estas enmiendas a las regulaciones sanitarias internacionales y detener el proceso de negociación de inmediato. Debemos presionar a nuestros representantes políticos. Debemos ejercer una enorme presión sobre nuestros gobiernos e indicar que el contenido de estas enmiendas es anticonstitucional. Se amenaza nuestra constitución, amenaza nuestro futuro, nuestros negocios y, en última instancia, nuestras vidas.

Esto es lo que afecta a todos los países del mundo, lo que nos da un enorme potencial para resistir, para unir a nuestros representantes políticos para detener estas negociaciones. Ese debe ser nuestro mensaje. Y tiene que ser el jefe de estado el que realmente envíe la carta, para decir que no, esto no es para nosotros.

Por eso debemos llegar a nuestros jefes de estado a través de nuestros políticos. Esta notificación de rechazo debe ser emitida por el gobierno para detener estas negociaciones. Esto es competencia del gobierno, pero los guardianes de nuestra democracia son los miembros de nuestras asambleas legislativas. Son responsables de salvaguardar nuestros derechos, salvaguardar el orden constitucional y garantizar que nuestro sistema constitucional nunca se vea amenazado.

No hemos sido informados por nuestros medios ni por nuestros políticos. Los medios de comunicación nos han decepcionado por completo. Si hubiera miles de tropas, tanques y helicópteros artillados en nuestras fronteras, veríamos la amenaza y los políticos actuarían. Pero esto se hace subrepticiamente, debajo de la mesa. Esta es una operación sigilosa y es una amenaza igual de grande. Simplemente estamos cayendo en esta amenaza, que es inventada o autoproducida. Pero el resultado es que las poblaciones serán controladas, y esto es a lo que debemos resistir.

Tenemos un derecho universal a la autodeterminación, la autodeterminación de los pueblos es colectiva, pero también el derecho a la autodeterminación es individual. Esto es preexistente al derecho escrito. Es preexistente a los gobiernos. De hecho, está escrito en la Carta de las Naciones Unidas de 1945, en el Artículo Uno. Fue escrito como consecuencia de las dos grandes guerras mundiales como algo a lo que nunca más quisimos renunciar, pero ahora está nuevamente amenazado. Esto es absolutamente inaceptable y por eso debemos movilizar a nuestros políticos e informarles sobre este peligro. El hecho de que todavía no hayan reconocido este peligro es al menos decepcionante. Esperaríamos que vigilaran nuestras libertades personales, pero parece que no es así.

Estas regulaciones extremas son radicales por definición, son tóxicas por definición y entrarán en vigor a menos que nosotros, el pueblo, nos resistamos.

1914 translation by H. Rackham

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Alertan sobre acuerdo de la OMS ante pandemias

Abogado y ciudadanos aseguran que con el tratado frente a pandemias la OMS tendría gobernanza mundial

En diciembre de 2021, los 194 países miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS), realizaron un consenso para desarrollar un convenio, acuerdo u otro instrumento internacional, con arreglo a la Constitución de la OMS, para prevenir, preparar y dar respuesta ante pandemias.

Según la OMS, el acuerdo se rige por la solidaridad colectiva y principios de equidad, inclusividad y transparencia. Respaldaría, principalmente, la detección temprana y la prevención precoz de pandemias; resiliencia y respuesta frente a futuras pandemias, así como también garantiza el acceso universal y equitativo a soluciones médicas como vacunas.

Dentro de los beneficios que menciona, se encuentra una mejor vigilancia de los riesgos de pandemia, mejora de la colaboración entre centros de investigación en el mundo y de la financiación internacional de capacidades básicas.

“Habrá otras pandemias y otras emergencias sanitarias graves. No nos preguntamos si las habrá, sino cuándo. Juntos, debemos prepararnos mejor para predecir, prevenir, detectar y evaluar las pandemias y responder a ellas eficazmente, con elevado nivel de coordinación”, fue el llamado que hicieron en conjunto el Consejo Europeo y la OMS.

Soberanía del país peligra

El abogado constitucionalista, Fernando Zamora Castellanos, alertó sobre las consecuencias de este tratado y la soberanía que perdería el país si acepta ser parte del acuerdo.

Uno de los aspectos que resalta, es que la OMS recibe financiamiento de entidades privadas, lo que indirectamente sería subordinar las decisiones que tomen los países, a esos intereses.

Según explicó, el informe del Comité Examinador sobre las Reformas al Reglamento Sanitario de la OMS, afirma que quienes controlan la organización pretenden modificar los artículos 15 y 16 del reglamento, con el fin de que las decisiones que tomen, sean obligatorias para los Estados.

“Como sabemos, las decisiones en materia sanitaria del director de la OMS hasta ahora son recomendaciones o sugerencias para los países, pero la organización pretende que esas decisiones dejen de ser solamente recomendaciones y pasen a ser obligatorias”, dijo Zamora

Asimismo, hizo hincapié en que la experiencia con la pandemia del Covid-19 demostró que el manejo de la restricción de libertades es delicado. “Recordemos uno de los errores durante la crisis del Covid, que fue restringir el uso de transporte individual y fomentar el transporte público, que provocó, según estadísticas oficiales, que el segundo sitio de mayor contagio fuera precisamente en el transporte público”, recordó.

Con este tratado, Zamora detalló que, en caso de crisis sanitarias, este tipo de órdenes y sugerencias que la OMS dictó al Gobierno de Costa Rica, ya no serían optativas, sino obligatorias.

“Los países que firmen esos cambios, se obligan a renunciar a su soberanía en cuanto a libertades y decisiones en materia sanitaria. Uno de los hechos más peligrosos que enfrentan las naciones, es la pérdida de soberanía en aspectos tan vitales como las libertades de ciudadanos o la salud pública”, aseveró el abogado constitucionalista.

Añadió que Costa Rica tiene un sólido sistema sanitario y en caso de contingencia, no debe ceder hasta tal extremo el control de la salubridad a funcionarios internacionales cuyas actuaciones además, no se tienen control.

Zamora confía en que el Ministerio de Salud rechace el tratado y si no lo hace por ser una reforma a un tratado internacional, espera que la Asamblea Legislativa no lo apruebe y si pretende hacerlo, que la consulta constitucional a la Sala IV reconozca la improcedencia del intento que enfatiza, se ha manejado con inusual secretismo.

Ciudadanos consideran peligroso acuerdo que crearía centralización de la gobernanza mundial

Los Estados miembros se han reunido virtualmente y en persona en varias ocasiones, la última vez fue del 4 al 6 de septiembre de este año, un hecho que llevó a algunos ciudadanos a demostrar su descontento con el acuerdo y a explicar por qué no es bueno para los países.

Por ejemplo, CritizenGo, una comunidad de personas construida en España el 2013 por la asociación HazteOir, está tratando de detener la propuesta, pues asegura que con el tratado, la OMS dictará emergencias “potenciales” y controlará los cierres, las vacunas y restricciones de movilidad.

Lo peligroso de este acuerdo, según la comunidad, es que se creará una peligrosa centralización de la gobernanza mundial. Es por eso que crearon un espacio en donde todas las personas que no apoyan este acuerdo, pueden firmar una petición instando a las delegaciones de los países en la ONU (organización a la que pertenece la OMS) a oponerse.

“El miedo a no conseguir un acuerdo global dentro de sus plazos, está empezando a alertarlos. En resumen, están sintiendo su presión. La ONU ha convocado inesperadamente una reunión de emergencia de alto nivel que se incluirá en el orden del día de la Asamblea General de este mes, para fabricar una sensación de urgencia que reavive el interés por la propuesta de tratado pandémico”, asegura CritizenGo.

Fuente:https://adiariocr.com/salud/alertan-sobre-acuerdo-de-la-oms-ante-pandemias/

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El Tratado de Pandemia de la OMS: el fin de la soberanía y la libertad nacionales

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Incluso cuando gran parte del mundo sigue superando la pandemia del covid-19, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya está mirando al futuro y preparándose para la aparición de «otras pandemias y otras emergencias sanitarias importantes». Para garantizar que el mundo esté adecuadamente preparado para futuras pandemias, «la Asamblea Mundial de la Salud» celebró una sesión especial, el 1 de diciembre de 2021, titulada El mundo en común.

La Asamblea Mundial de la Salud es «el órgano decisorio de la OMS» y «cuenta con la asistencia de delegaciones de todos los Estados miembros de la OMS y se centra en un programa sanitario específico preparado por el Consejo Ejecutivo». En esta sesión especial, que en realidad fue sólo «la segunda desde la fundación de la OMS en 1948», los participantes acordaron «redactar y negociar un convenio, acuerdo u otro instrumento internacional en el marco de la Constitución de la Organización Mundial de la Salud para reforzar la prevención, la preparación y la respuesta ante una pandemia». Esto llegaría a conocerse como el tratado sobre pandemias, que fue el principal centro de los debates de la 75ª Asamblea Mundial de la Salud, que se celebró en Ginebra del 22 al 28 de mayo de 2022.

Según el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, primer director general de la OMS y que en realidad no es médico, este tratado representa una «oportunidad para reforzar la arquitectura sanitaria mundial para proteger y promover el bienestar de todas las personas». Si se aprueba, el Tratado sobre la Pandemia permitirá a la OMS realizar cambios radicales en los sistemas sanitarios de sus países miembros a partir de 2024.

En particular, este acuerdo otorgará a la OMS el poder de declarar una pandemia, basada en sus propios criterios vagamente definidos, en cualquiera de sus 194 países miembros en cualquier momento en el futuro. También permitirá a la OMS determinar unilateralmente qué medidas se impondrán en respuesta a estas futuras pandemias declaradas, incluyendo políticas de bloqueo, enmascaramiento obligatorio, distanciamiento social y coacción a la población para que se someta a tratamientos médicos y vacunas.

En contra de la opinión popular, la OMS no es una organización independiente, imparcial y ética que pretenda lograr el bien común. En realidad, sus objetivos y agendas son fijados por sus donantes, entre los que se encuentran algunos de los países más ricos del mundo y los filántropos más influyentes. Durante décadas, «los filántropos y sus fundaciones han [ganado] una influencia cada vez mayor» a la hora de dar forma a la agenda sanitaria mundial, «colocando a personas en organizaciones internacionales y obteniendo un acceso privilegiado a las élites científicas, empresariales y políticas».

Por ejemplo, como explican Jens Martens y Karolin Seitz en Philanthropic Power and Development: Who Shapes the Agenda? la Fundación Gates, y antes la Fundación Rockefeller, han dado forma a las políticas sanitarias mundiales no sólo a través de sus subvenciones directas, sino también mediante la aportación de fondos de contrapartida, el apoyo a determinados programas de investigación, la creación de asociaciones sanitarias mundiales con personal de la Fundación en sus órganos de decisión, y la promoción directa al más alto nivel político». De hecho, ya en 2006, The Guardian informó de que «la fundación Gates es ahora el segundo mayor donante de la Organización Mundial de la Salud después de Estados Unidos, así como uno de los mayores inversores individuales del mundo en biotecnología para la agricultura y los productos farmacéuticos». Lamentablemente, cuando los filántropos y sus fundaciones promueven sus propios intereses, lo hacen a expensas de los intereses comunes de la sociedad. No hay razón para creer que esta dinámica será diferente en el caso del Tratado sobre la Pandemia.

El tratado sobre la pandemia tiene el potencial de ser extremadamente perjudicial para el futuro de la humanidad, porque permitirá a los contribuyentes más poderosos de la OMS dar forma a las medidas universales contra la pandemia en lugar de reconocer la importancia de desarrollar políticas y enfoques específicos basados en las realidades y necesidades sociales, económicas y físicas de cada país. El tratado eliminará la voluntad nacional y la soberanía de los países miembros, ya que dictará sus políticas sanitarias basándose en la abstracción, en lugar de considerar las realidades que prevalecen en cada lugar.

Incluso si el tratado sobre la pandemia tuviera como objetivo genuino alcanzar resultados humanitarios puramente nobles, todavía hay que oponerse a él sobre la base del pensamiento liberal, que sostiene que el individuo es el único que debe poseer la responsabilidad absoluta de su propio bienestar, suponiendo que tenga una edad madura y una mente sana. Es decir, el individuo es el único que puede tomar decisiones que afectan a su cuerpo, su vida y su futuro, sin el poder coercitivo de ninguna autoridad externa.

Sin embargo, el tratado sobre la pandemia no permitirá a los individuos confiar en sus propias facultades físicas, espirituales e intelectuales para lograr su propio bienestar. Por el contrario, impondrá tratamientos y vacunas a los individuos en contra de su propia voluntad, violando así la libertad corporal a escala mundial. La historia es un testimonio de que la violación de la libertad corporal conduce a la esclavitud y al retroceso de la sociedad.

El tratado sobre la pandemia también otorgará a la OMS la autoridad para emitir dictados dentro de las esferas privadas de los individuos y para ejercer el control sobre sus vidas sociales y públicas, las instituciones de su sociedad y sus gobiernos, todo ello en nombre de la salud pública. Al hacerlo, suprimirá las libertades civiles, la libertad económica, la libertad positiva (libertad para) y la libertad negativa (libertad de). Todas estas formas de libertad están destinadas a ser fuerzas constructivas en la sociedad que contribuyen al logro del progreso social. Una vez que se suprimen estas libertades, los fundamentos del progreso y el avance también se desvanecen.

A través del tratado sobre la pandemia, la OMS impondrá su propio juicio de valores a la población mundial, ignorando así el hecho de que los valores difieren significativamente entre personas, culturas, tradiciones y naciones. En otras palabras, ignorará la diversidad de las personas a la hora de tomar decisiones sobre su propio cuerpo en función de sus propias creencias religiosas, compromisos, opiniones, compromisos y valores culturales y tradicionales. También violará la inclusividad, ya que la imposición de un único juicio de valor; es decir, el enfoque de «Una sola salud», significa que la OMS no trata otros juicios de valor, ni las prácticas culturales y tradicionales, de forma justa y equitativa.

El tratado de la pandemia ignora el hecho de que, como señaló Joseph Schumpeter, no existe «un punto de vista unívoco con respecto al conjunto social, al bienestar general, etc.; tampoco existiría tal punto de vista unitario si todos los individuos y grupos quisieran actuar y evaluar sobre esta base, ya que el bien general y el ideal social aparecen de manera diferente para cada uno».1

En lo que respecta a la medicina, prosigue Schumpeter, aunque la gente «reconoce suficientemente lo que es la buena salud y, en general, trata de alcanzar esa condición», «no se puede demostrar a nadie que la salud deba ser valorada positivamente», ya que la salud no puede «definirse de forma inequívoca».2 En realidad, las personas persiguen «la buena salud con niveles de compromiso muy diferentes, valorando este bien en relación con otros de forma muy distinta; ni tampoco que sus objetivos sean todos exactamente iguales: los regímenes de salud seguidos por el boxeador y el cantante no son, evidentemente, idénticos».3 Incluso los cirujanos formados en la misma área no estarían necesariamente de acuerdo en el mismo tratamiento y operación.

Por ejemplo, escribe Schumpeter, «ante la opción de extirpar una úlcera, o de evitar el daño asociado a la intervención quirúrgica, dos médicos pueden discutir sobre si uno u otro conseguiría la recuperación deseada de la misma manera».4 Además, dentro de un Estado-nación concreto, «entre personas con el mismo interés político, social, económico y cultural y con la misma perspectiva del mundo social siempre puede haber diferencias sobre lo que merece la pena luchar».5 Por consiguiente, ¿por qué cualquier persona u organización que pretenda apoyar los valores democráticos liberales respaldaría el tratado de la pandemia?

Los que apoyan el tratado contra la pandemia ignoran los principios fundamentales del pensamiento liberal y los principios de la gobernanza democrática, ya que, como dijo Ludwig von Mises, «no ven ninguna razón por la que no deban coaccionar por medio de la fuerza a otras personas para que hagan lo que éstas no están dispuestas a hacer por su propia cuenta». Los defensores del tratado creen que es aceptable emplear la planificación central a gran escala para coaccionar a la gente a hacer «lo correcto» basándose en juicios de valor que no son los suyos. No les importa, continúa Mises, que «el aparato de coacción física al que se recurre en tales esfuerzos sea el del poder policial del gobierno o una fuerza ilegal de «piquetes» cuya violencia el gobierno tolera…. Lo que importa es la sustitución de la acción voluntaria por la compulsión».

Los partidarios del tratado sobre la pandemia deberían recordar las palabras de John Stuart Mill:

Ni una persona, ni un número de personas, tiene derecho a decir a otra criatura humana de edad madura, que no debe hacer con su vida para su propio beneficio lo que decida hacer con ella. Él es la persona más interesada en su propio bienestar, el interés que cualquier otra persona, excepto en casos de fuerte apego personal, puede tener en él, es insignificante, comparado con el que él mismo tiene; el interés que la sociedad tiene en él individualmente (excepto en lo que se refiere a su conducta hacia los demás) es fraccionario, y totalmente indirecto: mientras que, con respecto a sus propios sentimientos y circunstancias, el hombre o la mujer más ordinarios tienen medios de conocimiento que superan inconmensurablemente los que puede poseer cualquier otra persona.

Es decir, el individuo está en la mejor posición para ser el juez final de la acción cuando se trata de su autonomía corporal, su esfera privada y su libertad.

Fuente: https://mises.org/es/wire/el-tratado-de-pandemia-de-la-oms-el-fin-de-la-soberania-y-la-libertad-nacionales

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Tratado pandémico de la OMS es peligroso para Costa Rica, asegura David Segura

San José, 7 sep (elmundo.cr) – El diputado de Nueva República, David Segura, señaló que “Costa Rica no debe otorgarle poderes supranacionales a la Organización Mundial de la Salud para que tomen, desde allá, las decisiones sobre los temas de salud en nuestro país y además de manera vinculante”.

El abogado constitucionalista Fernando Zamora explicó que el informe de las reformas al sistema sanitario de la OMS pretende modificar entre otros los artículos 15 y 16 de ese reglamento, con el objetivo que las decisiones que ellos tomen sean obligatorias para los Estados.

Actualmente los artículos 15 y 16 del Reglamento sanitario internacional de la OMS establece, en el caso del artículo 15, las recomendaciones temporales, y en el caso del artículo 16 las recomendaciones permanentes. Sin embargo, de acuerdo al citado informe del Comité examinador, la Organización plantea la aprobación de enmiendas, a efectos de que dichas recomendaciones pasen a ser obligatorias.